domingo, 9 de julio de 2017

El barrio del Gurugú en Badajoz presume de convivencia religiosa

Badajoz, 9 julio 2017,hoy.es,A. GILGADO


El imán celebra el Iftar con el alcalde, la parroquia y vecinos del barrio. :: / HOY

El trabajo conjunto en la comisión comunitaria del barrio es puesto de ejemplo en otras ciudades españolas

Entre la mezquita del Gurugú y la parroquia de la Asunción distan pocos metros y la relación de vecindad es tan fluida que no extraña ver al párroco Lolo Matos tomando el té en la mezquita celebrando con el imán el Iftar, la cena con la que se rompe el ayuno en el mes del Ramadán.

«Hemos avanzado muchísimo en entender la sociedad en la que vivimos. Me satisface ver que a nivel nacional nos ven como un referente y eso me hace comprometerme más», explica Adel Najjar. El imán de la mezquita ya se ha acostumbrado a que compañeros de otras ciudades se interesen por la forma de trabajar en Badajoz .

Llegó como estudiante a Badajoz hace ya casi tres décadas. La comunidad musulmana en la ciudad de entonces se podía reunir en su piso de estudiante. Hoy aglutina a más dos mil quinientas personas y la mitad son ya españoles porque son los hijos de los primeros inmigrantes.

Lolo Matos aterrizó en la parroquia de la Asunción en octubre del año pasado. Venía de cuatro años de párroco en Fuentes de León y antes vivió como misionero en la selva, en la amazonía peruana.

Este barrio, explica, requiere de mucho trabajo social. Por eso cree que parte del éxito de este modelo de convivencia reside en la vocación de mucha gente implicada. «En el centro de salud, en los colegios o en los institutos te encuentras con gente que realmente trabaja aquí porque quiere estar aquí y creen en el trabajo conjunto».

Tanto el párroco como el imán participan activamente en la Comisión Comunitaria de Salud. Se trata de un foro impulsado por los médicos y enfermeros del centro de salud de El Progreso.

Abierto a todos los colectivos de la Margen Derecha, el fin último pasa por garantizar la convivencia en una zona donde abundan las familias de rentas bajas atrapadas en el paro crónico, trabajadores de escasa cualificación y creyentes de distintas religiones.

Con el islam más radical sobre el foco, el imán de Badajoz asume su compromiso público en la ciudad en la que vive. «Yo siempre digo que no podemos escondernos. Debemos dar la cara y defender la comunidad en la que vivimos y convivimos. Defendemos el pluralismo confesional en Badajoz».

El imán aprovecha el mes del ramadán para ahondar en esta apertura y suele invitar a la mezquita a vecinos de la zona para cenar juntos. Insiste en que por encima de todo, se consideran ciudadanos de Badajoz.

«Es la base de todo. Antes de ser creyente, uno es persona, humano y le mueve la relación con los vecinos». La colaboración de la comunidad musulmana con la parroquia tampoco ha pasado desapercibida al arzobispo de la diócesis, Celso Morga, que se reunió con el imán hace dos semanas.

En ese encuentro trataron la posibilidad de crear en un futuro un Consejo Interreligioso en Extremadura.

Foro oficial

Adel ejerce también de presidente de las comunidades islámicas de toda Extremadura, que aglutina a más de veinte mil personas repartidas por la región. Por su experiencia en este tiempo entiende que ahora se dan las condiciones necesarias para crear un foro oficial en el que se visualice la tolerancia. «Sería un órgano representativo de esa convivencia».

Al obispo también le trasladó el imán su lucha por tener pronto en la ciudad un cementerio musulmán. Esta vieja reivindicación la pone sobre la mesa siempre que tiene cerca a las autoridades. Ya se lo ha explicado muchas veces al alcalde y al presidente de la Junta de Extremadura.

A pesar de la insistencia, de momento, hay pocas novedades. El partido socialista presentó una moción en el último pleno para que el Ayuntamiento busque un lugar donde dar sepultura a los musulmanes de la ciudad. En el rito islámico, el cadáver se entierra en contacto con la tierra y en España ya hay una treintena de cementerios musulmanes, ninguno en Extremadura.

En El Progreso también apoyan esta demanda. Gloria González, portavoz de la comisión comunitaria del centro de salud, manifestó en su día que les parece muy injusto que alguien viva angustiado por no poder dar sepultura a sus familiares de la manera en la que se lo dicta su fe y su religión.

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