domingo, 7 de mayo de 2017

Los musulmanes franceses hacen piña contra Marine Le Pen

París,04 may. 2017,elmundo.es,IRENE HDEZ. VELASCO.


Musulmanes franceses rezando en la calle en Clichy, cerca de París, después de que un lugar de culto no autorizado fuese cerrado por autoridades locales. Benoit Tessier/REUTERS

Los cinco millones de votantes islámicos ya en 2012 auparon a Hollande al Elíseo
La Francia rural, granero de votos para Marine Le Pen

"No me gusta Emmanuel Macron, para nada. Es un político al servicio de los bancos, es el candidato de los ricos. Pero le voté en la primera vuelta y le pienso volver a votar el domingo. Es el único que le puede parar los pies a esa", asegura Abir Mashir, un tunecino de 39 años que trabaja como dependiente en una destartalada tienda de comestibles en el distrito 18 de París, el más multiétnico (y problemático) de los barrios de la capital francesa.

"El pequeño Califato", como lo define con desprecio Marine Le Pen.El despectivo "esa" de Abir va dirigido precisamente a ella, a la candidata del Frente Nacional. Aquí, en Goutte d'Or, se considera a Marine Le Pen el demonio en persona. Al fin y al cabo, en numerosas ocasiones, Le Pen ha mostrado su hostilidad al islam, asegurando que es "contrario a la identidad francesa" y ha cargado con fiereza contra esta barriada, afirmando que los musulmanes que rezan en la pequeña mezquita de la rue Myrha están "ocupando Francia" del mismo modo que lo hicieran los soldados alemanes durante la II Guerra Mundial.

Además ha prometido que si se convierte en presidenta de Francia suspenderá inmediatamente el acuerdo de Schengen y cerrará a cal y canto las fronteras del país, reducirá la inmigración en un 80%, implantará un cupo migratorio de 10.000 personas al año, impondrá un impuesto a las empresas que decidan contratar extranjeros, expulsará a los islamistas radicales, prohibirá todas las organizaciones relacionadas con el salafismo.La obsesión del distrito 18 con pararle los pies como sea a Marine Le Pen ya se hizo patente en la primera ronda. El barrio acudió en masa a votar (la participación fue del 81,42%) y uno de cada tres votó para Macron. 

Mélenchon, el candidato de la izquierda radical, quedó segundo con el 28,38% de las papeletas y Fillon, el aspirante conservador, tercero. La líder del Frente Nacional sólo obtuvo aquí el 5,4% de los votos. "Y ya me parecen muchos", sentencia Abir.

Los musulmanes franceses (unos cinco millones en total, la comunidad más importante de toda Europa) han votado tradicionalmente a la izquierda. Con matices, claro. Un pellizco importante de ese colectivo, cerca del 25%, ni siquiera está inscrito en las listas electorales (requisito indispensable para poder votar), según revelaba el estudio de 2016 "Un islam français est possible".Cuatro de cada 10 musulmanes se sienten tan abandonados por la clase política, tan desencantados, tan ciudadanos de segunda clase, que directamente pasan de acudir a las urnas.

"Ni se me pasa por la cabeza. Me da igual quién sea presidente, lo que sé es que no va a hacer nada por nosotros", se lamenta Ashia, una mujer nigeriana que vende abalorios.El caso es que la comunidad musulmana tiene un peso político importante.

En las elecciones de hace cinco años, los hijos de la media luna fueron en gran medida responsables de la victoria de François Hollande. El 93% de ellos metió en la urna la papeleta del candidato socialista, según un sondeo del diario Le Figaro entre 10.000 votantes.Ese voto fue absolutamente decisivo para aupar a Hollande al Palacio del Elíseo. Dado que fueron unos dos millones los musulmanes que participaron en esas elecciones, significa que el todavía inquilino del Palacio del Elíseo recibió de esa comunidad 1,7 millones de papeletas. Y visto que Nicolas Sarkozy se impuso por 1,1 millones de sufragios, sin los musulmanes no se habría hecho con la victoria.

En la primera ronda de estas elecciones presidenciales, los musulmanes franceses se han mantenido fieles a su credo izquierdista: el 37% votó por Mélenchon, según una encuesta del centro de sondeos IFOP para el semanario católico Pelerin. Y en segundo lugar se decantaron por Emmanuel Macron, quien se anotó el 24% de los sufragios.

El objetivo ahora de los musulmanes franceses es evitar como sea que Marine Le Pen se convierta en presidenta de Francia. Desde la Gran Mezquita de París ya han pedido a los musulmanes que el domingo voten por el candidato Emmanuel Macron."Encarna la vía de la esperanza y de la confianza en las fuerzas espirituales y ciudadanas de la nación, dentro del respeto de los valores republicanos y de la aplicación estricta de los principios del laicismo", señalaba en un comunicado el rector de la Gran Mezquita, Dalil Boubakeur.Emmanuel Macron, ex ministro de Economía, autor de la denostada reforma laboral y líder del nuevo movimiento En marche!, no es lo que se dice el tipo de político que entusiasma a los musulmanes.

Pero tiene una posición moderada respecto al islam y ha sentenciado que prohibir el burkini o multar a las mujeres que lo utilizan supone "una gran derrota de la laicidad".A pesar de sus numerosas y reiteradas diatribas contra los musulmanes, el Frente Nacional también ha tratado de cortejarlos. Con muy poco éxito, todo hay que decirlo. 

El partido de Marine Le Pen no sólo llegó a poner en marcha la campaña "Musulmán, pero sobre todo francés" con el fin de ganar adeptos en ese colectivo, sino que incluso nombró a un islámico, Farid Smahi, como miembro de la secretaría política del Frente Nacional.Pero la cosa duró poco: en 2011 Smahi, abanderado de la causa palestina frente a la ocupación de las fuerzas israelíes, abandonó el partido tras acusar a Marine Le Pen de mantener relaciones con el movimiento sionista.

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