lunes, 13 de octubre de 2014

Almonaster, donde la mezquita rural sobrevive y une a musulmanes y cristianos

Almonaster la Real(Huelva),12/10/2014,EFE,F. Cabanillas 


Almonaster, donde la mezquita rural sobrevive y une a musulmanes y cristianos
La localidad onubense de Almonaster la Real presume de tener la única mezquita rural que se conserva en Andalucía, datada en el siglo IX y que celebra este fin de semana una cita anual con unas jornadas que unen a cristianos y musulmanes en torno a este monumento.

Se trata de un edificio mimado sobremanera en este pequeño pueblo de la sierra onubense, enclavado en el corazón del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, un vergel de 1.800 habitantes a 100 kilómetros de Huelva capital donde han sabido atraer al turismo sin tocar fuera de control la naturaleza en la que está enclavado.

Nada más llegar al pueblo, Emilio, que tiene un pequeño hotel rural en su entrada, ya explica a Efe que "lo mejor para llegar a la mezquita es dejar el coche en la entrada del pueblo", y lo hace mientras señala a lo alto de una montaña en la que se ve el monumento a lo lejos, lo que, mentalmente, retrae sobre la posibilidad de caminar tanto y a tanta altura.

Sin embargo, el acceso es mucho más fácil. A la entrada de Almonaster ya se ven los primeros carteles que indican las calles a seguir para llegar a la mezquita, que además están jalonadas por distintas huellas del pasado milenario del pueblo, incluso arcos mudéjares que, en ocasiones, dan la impresión de estar paseando por cualquier calle del centro histórico de Córdoba.

No es baladí que Almonaster sea famosa por sus cuestas, entre otras muchas cosas, ya que en su término municipal se ubica el punto asfaltado más alto de la provincia de Huelva, el Cerro de San Cristóbal, con 891 metros de altitud.

Unos 20 minutos de paseo, un tramo final de pendiente y se divisa ya el monumento, aunque la primera intención al llegar a su altura no es la mezquita en sí misma, que también, sino mirar a su derecha para divisar el impresionante paisaje de la sierra onubense, con decenas de kilómetros a la vista si se trata de un día de sol y pocas nubes.

A su entrada hay carteles explicativos de su historia, y en ellos se detalla que fue, inicialmente, un oratorio islámico construido durante el Califato de Córdoba, entre los siglos IX y X, sobre los restos de una basílica visigoda del siglo VI.

Una buena parte de los materiales de esa basílica se utilizaron para la mezquita, aunque tras la Reconquista fue reconvertida a ermita, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Concepción, pero por encima de cuestiones religiosas, es una mezquita andalusí de las mejor conservadas en España en una zona rural.

Para protegerla y mantenerla en buen estado, fue declarada Monumento Nacional en 1931, y protegida específicamente por un decreto del 22 de abril de 1949.

Actualmente, todo el interior de la mezquita se puede visitar, aunque al llegar hay indicaciones claras que señalan que no se puede subir a su torreón más alto, pero sí se permite, en la misma estructura del torreón, acceder a su primera planta, con la dificultad lógica de tratarse de una estructura hecha para la altura de los hombres de hace 12 siglos.

No obstante, un pequeño esfuerzo para llegar arriba permite ver, entre otras cosas, la silueta al fondo de Almonaster y la curiosa plaza de toros local, cuya estructura se funde con la mezquita.

Almonaster no vive en torno a su mezquita de forma pasiva, sino que cada año reúne a la cultura musulmana y cristiana en el pueblo en unas jornadas que este año cumplen su XV edición.

Aprovechando la festividad del Pilar, sus calles regresan al Califato, se llenan de cultura que no entiende de guerra de religiones y acogen a cualquier persona que quiera disfrutar de que las piedras levantadas hace 1.200 años, cuando se cuidan, no entienden de polémicas, sino de que la cultura puede unir a los pueblos.

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