Madrid,21-08-2009 - MDO / EP - Fotografías: Diego Sánchez
El ramadán se celebra en el noveno mes del calendario musulmán, que comienza este domingo, y en el que se cumple el ayuno preceptivo, como uno de los pilares del Islam. A pesar de ello, de él están exentos los niños, los ancianos de edad avanzada, las embarazadas o mujeres en periodo de lactancia y los enfermos crónicos o con enfermedades temporales.
El ayuno se rompe con la ingestión de dátiles, agua y leche, debido a que la tradición profética afirma que el Profeta Mahoma lo rompía de esta manera. Después se celebra una oración de 4 ó 5 minutos para que el cuerpo y la sangre pueda absorber la glucosa y la energía de los dátiles. La comida que se prepara seguidamente depende de las tradiciones, la estación del año y los países en los que se sigue el ramadán.
La ruptura del ayuno en familia es el momento más importante del día. Este finaliza con "una oración sencilla y una comida ligera para después acudir a la mezquita para la última oración del día que se une a la del ramadán", según informó este viernes el presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE), Riay Tatary.
Conferencias en la M-30
El Centro Cultural Islámico de Madrid, más conocido como la Mezquita de la M-30, acogerá durante este mes a más de 300 personas para romper el ayuno cada día entre semana. Los fines de semana esta cifra ascenderá hasta los 500, según el director de Asuntos Culturales del Centro, Saif Ben.
Después de cada una de las oraciones del día, salvo la última que se celebrará antes, el centro tiene programadas charlas con especialistas y académicos. Durante los fines de semana las actividades culturales se completan con conferencias de profesores. "Todas las mezquitas del mundo celebran una oración nocturna especial, de una hora durante el mes", manifestó Ben.
Un reto para el cuerpo
"El ayuno es más duro en los meses estivales por el calor y la duración de los días, pero sólo son los primeros días hasta que el cuerpo se acostumbra. El cuerpo es una máquina que se pone a prueba y sorprende su reacción", según explica el director de Asuntos Culturales de la mezquita. De hecho, asegura que pasados esos días "el cuerpo está más ligero, sano y libre de tóxicos".
Los niños no están obligados a cumplir el ayuno pero dentro de las familias musulmanas "los niños imitan a los mayores e intentan hacerlo desde muy pronto por lo que las familias a modo de juego sólo les dejan ayunar durante media jornada o unas horas". Cuando llega el momento de ayunar el periodo de prueba ha pasado y están preparados.
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