lunes, 9 de febrero de 2009

Mirando a La Meca desde Ourense

Ourense.,09-02-2009,laregion.es.

Ceremonia religiosa musulmana en la antigua mezquita de A Carballeira, que se quedó pequeña por el incremento de fieles. (Foto: X. Fariñas)

La continua llegada de musulmanes a la ciudad obliga a trasladar su mezquita a un local más amplio

El incremento de musulmanes en la ciudad ha obligado a esta comunidad a trasladar su mezquita a un local más amplio en el barrio de A Carballeira. El líder espiritual de la mezquita, el ‘imán’ Ayman Ibrahim Salem explica que en los últimos 13 meses han llegado a Ourense cerca de 100 personas más, en búsqueda del ‘sueño europeo’ de montar un pequeño negocio de alimentación o bisutería, aunque la situación económica actual y la falta de financiación institucional dificulta su integración.

La única mezquita en la ciudad, que abrió sus puestas en marzo del año pasado en el barrio de A Carballeira, se ha quedado pequeña para recibir a los musulmanes que viven en Ourense. Esta comunidad, que a principios del 2008 estaba integrada por 150 personas, ha notado un importante incremento en el último año pasando a tener cerca de 250 integrantes, lo que ha provocado el traslado de su templo a un local más amplio para poder desarrollar su fe religiosa de una forma adecuada.

La nueva mezquita, ubicada a unos cuantos metros de la anterior, también en A Carballeira, estará en funcionamiento a partir de este viernes, día en el que los musulmanes se reúnen a partir de las 13.00 horas para rezar.

El profesor Ayman Ibrahim Salem (Egipto, 1970), es el ‘imán’ o líder espiritual de la comunidad. Él es el encargado de dirigir la ceremonia en la mezquita, preparando a niños, jóvenes y adultos para la llegada de la festividad más importante del año: el ‘Ramadán’, período que comenzará el 22 de agosto y que todo musulmán está obligado a cumplir durante 29 días al año, con ayuno y abstención sexual.

Pero no sólo consejo espiritual es el que ofrece el ‘imán’, pues la mezquita sirve también para solucionar problemas personales, laborales y de adaptación. De hecho, según comenta Ibrahim Salem, ‘si un musulmán llega a Ourense y no conoce nada sabe que puede venir aquí y nosotros le daremos orientación para que comience su integración a la ciudad, incluso con cursos de idiomas’.

El incremento de musulmanes se debe tanto a la continua emigración de Marruecos, El Sahara, Argelia, Palestina, Oriente Medio y Senegal, como al asentamiento de los ya residentes, que forman una familia en esta tierra. Es por eso que fijar un número oficial de musulmanes en la provincia sea muy complicado, pues los hijos de extranjeros nacidos en Ourense no figuran en las estadísticas.

En cuanto a su modo de vida, Ibrahim Salem aclara que no se decantan por un sector específico de trabajo, ‘todos los emigrantes musulmanes que han llegado en el último año buscan trabajo en varios ámbitos, desde la construcción, hasta la jardinería, hostelería o fábricas’.

Desvela también que uno de los sueños ‘europeos’ de su colectivo es lograr abrir un pequeño negocio de bisutería o comida. En ese sentido, Ibrahim se considera ‘afortunado’ pues logró abrir hace dos años el restaurante ‘Döner-Kebah’ en la Avenida de Portugal, aunque admite que no todos sus compatriotas tienen suerte, ‘pues en una época de crisis como la actual, se necesita financiación, y es difícil que los bancos nos presten dinero’.

En ese sentido anima tanto a los bancos como a las autoridades ourensanas a proporcionar más apoyos para la creación de pequeñas y medianas empresas, con el objetivo de favorecer la integración de los extranjeros.

A excepción de unas cuántas burcas o velos que desfilan por la calle, el colectivo musulmán en la ciudad parece pasar desapercibido. Quizás así sea para las ins tituciones, pues según Ibrahim Salem el ‘único apoyo’ que han recibido son los cursos de idioma y formación que brinda la asociación Afrolatina, que preside Mohamed-Salem Abdelhadi, natural del Sahara.

Orando en la mezquita de A Carballeira

Es un local del que todos tienen llave, pueden acudir a cualquier hora del día e incluso por la noche. Sus paredes y fachadas no tienen muestras de la arquitectura islámica, y sin embargo, eso es lo que menos importa a los cerca de 50 musulmanes que todos los viernes se reúnen en la mezquita ourensana de A Carballeira no sólo para orar o leer el libro sagrado del Corán, también para aprender sobre el Islam y conocer a otros creyentes.

Al tocar a la puerta un niño recibe al visitante, es el hijo del ‘imán’ Ayman Ibrahim Salem, quien ya descalzo como todos los presentes ocupa de rodillas su lugar para orar en dirección a La Meca, que está señalada mediante un tapiz. En el recinto destaca además un ‘mihrab’, un pequeño espacio o habitación que ocupa el líder espiritual del templo y que también alberga el Corán. Son pocos los visitantes no musulmanes que se acercan al recinto, pero si llega alguno será bien recibido, pues para él hay libros en castellano que cuentan la historia del Islam y sus implicaciones sociales.

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