miércoles, 12 de marzo de 2008

Alfabetocracia La comunidad islámica de Murcia felicita al PSOE

Frente a la elección segura de los candidatos del PP al Senado, los socialistas compitieron entre sí por un puesto que, como siempre, se asignó por apellidos

Murcia,12.03.08 -EP/la verdad.es

<--CÁMARA ALTA. Pleno en el senado con la visita de niños. / EFE, ANTONIO PÉREZ MURCIA

Pedro Saura jamás saldrá elegido senador salvo si el PSOE vuelve a ser primera fuerza en la Región o si se presenta junto a compañeros de partido con apellidos que comiencen por S, T, U, etc... El particular sistema electoral del Senado -mayoritario limitado, con listas abiertas y posibilidad de panachage- produce una extraña competencia intrapartidista por los puestos de representación en la Cámara Alta que siempre se resuelve por la ordenación alfabética de los candidatos.

En las papeletas sepias al Senado, los electores tienen la posibilidad de elegir hasta tres candidatos de cualquier partido, pero rara vez eligen a candidatos de diferentes formaciones políticas. Lo que es algo más frecuente es que no marquen las tres casillas de los candidatos de cada partido, y no por diferentes simpatías con los políticos de turno, sino por ignorancia de la posibilidad de marcar más de un nombre o por simple pereza.

Así, muchos de los votantes sólo respaldan al candidato que va primero en la lista del partido que vota para el Congreso. Y la ley obliga a que las listas se ordenen alfabéticamente. Pese a ello, los partidos informalmente nominan a cabezas de lista por el Senado y buscan que sus compañeros no tengan iniciales inferiores si no tienen claro ser el partido más votado. Porque en el caso de que salga el candidato no previsto, la lista no puede correr sino que sólo puede sustituirlo su suplente.

Pero los electores pocas veces contradicen el orden alfabético que, voluntariamente o no, elaboran las organizaciones políticas. El domingo, tanto el primer candidato de PP, PSOE e IU obtuvieron más votos que el segundo, y éste, más que el tercero. María José Nicolás (PP) sacó diez mil votos más que Peñarrubia (PP) y trece mil más que el tercer senador del PP. Quien, aún así, tuvo un amplio margen respecto del segundo candidato del PSOE: más de doscientos mil sufragios. Por eso es evidente que los candidatos socialistas volvieron a competir entre sí.

No fue un resultado anecdótico. Desde las primeras elecciones democráticas siempre ha habido un reparto 3-1 de senadores entre los dos partidos más votados. Y nunca el senador elegido del segundo partido con más papeletas, ha sido alguien que no estuviera en lo alto de la lista por el orden alfabético. Salvo en 2000, en que el pacto electoral PSOE-IU no consiguió que el candidato de IU -que encabezaba la lista conjunta- recibiese más votos que los socialistas.

Órdenes de partido

Pese a ello, los candidatos que se han jugado el puesto, los tres del PSOE, renunciaron a un pique entre ellos. «No hay competición entre nosotros» sentenció en campaña Manuel Hurtado, número 1 del PSOE por su apellido y elegido senador por la ciudadanía. Ratificando así, los designios del partido al colocarlo en una lista junto a candidatos con apellidos más retrasados alfabéticamente.

Quienes podían haber desbancado a Hurtado remarcaron que «el partido pide que se vote la candidatura conjuntamente» en palabras de Joaquín López, número 2. Mar Rosa, quien completó la lista socialista, recordó que las papeletas que envía el PSOE «van con las tres cruces marcadas» pero reconoció que siempre consigue más votos el que encabeza la lista. «Pese a las listas abiertas, el partido prima» justificó Rosa, que renunció a pedir a sus familiares y amigos el boicot a sus compañeros, «me debo al partido», remachó.

La Unión de Comunidades Islámicas de Murcia (UCIDMurcia), en su calidad de representante de la Unión de Comunidades Islámicas de España (Ucide), felicitó ayer, a través de un comunicado de prensa, a José Luis Rodríguez Zapatero «por la renovación de su victoria en las elecciones generales», y solicitó que, en a lo largo de esta nueva legislatura, «se profundice en el Acuerdo de Cooperación del Estado español con la Comisión Islámica de España, aprobado en el año 1992».

Así, tanto el presidente de Ucide, Riay Tatary, como los dirigentes de UCIDMurcia pidieron al presidente del Gobierno que «se profundice en ese acuerdo, en su aplicación, al objeto de que no sea un simple texto y que se lleve a la práctica».

En concreto, UCIDMurcia exigió que «en la nueva legislatura se garantice la enseñanza del Islam a los alumnos musulmanes en las escuelas públicas», ya que, subrayó, «es necesario avanzar en la enseñanza religiosa del Islam en las escuelas, así como en cuestiones de financiación de las Comunidades Islámicas».

Por último, la Unión de Comunidades Islámicas de Murcia reiteró su disposición a «desarrollar una actitud de colaboración con todos aquellos organismos de la administración para aclarar todos aquellos aspectos que permitan conseguir una mejor convivencia intercultural de la sociedad murciana», concluyeron.

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